La Diócesis advirtió por el avance del odio y la violencia política: "Pedimos que cesen"

En el marco de la Solemnidad de Pentecostés, la Diócesis de Quilmes difundió este domingo 8 de junio un comunicado titulado “Disolver el odio”, en el que expresa su preocupación por el aumento de la violencia política, la persecución a dirigentes sociales y el hostigamiento estatal a las disidencias en la Argentina.

El mensaje, elaborado por el Departamento de Pastoral Social, el Departamento de Justicia y Paz, y la Vicaría de la Solidaridad, convoca a la sociedad a reflexionar y reconstruir la convivencia democrática. Citando al papa León XIV, el texto invoca al “Espíritu de amor y de paz” para “abrir las fronteras, abatir los muros, disolver el odio”.

Desde esa perspectiva, la Iglesia de Quilmes manifestó su solidaridad con los trabajadores del Hospital Garrahan —a quienes definieron como “héroes y mártires de la pandemia”—, hoy atravesados por condiciones laborales precarias. También advirtió sobre el clima de hostilidad hacia personas migrantes y cuestionó la persecución a dirigentes políticos y sociales.

“Pedimos que cesen las expresiones de violencia política, que nos traen recuerdos de heridas todavía abiertas en nuestro pueblo”, sostiene el comunicado, al tiempo que exige el respeto a la Ley de Migraciones (25.871) y al modelo inclusivo que promueve la Constitución Nacional.

Otro punto central fue el rol del Poder Judicial, al que reclamaron “honestidad e independencia” frente a los intereses corporativos, señalando que muchas decisiones parecen alejarse del bien común.

También alertaron sobre el creciente ausentismo electoral, interpretado como un síntoma del descrédito hacia el sistema democrático y una puerta abierta al avance de los poderes concentrados. “Necesitamos fortalecer nuestra democracia y ennoblecer el ejercicio de la política”, sostuvieron.

La declaración concluye con un llamado al compromiso cristiano y a la esperanza: “Seguiremos siendo testigos fieles, apasionados por el proyecto del Reino… donde los más frágiles y los más pobres sean los primeros en sentarse a la mesa del amor y la vida”.

Con este pronunciamiento, la Diócesis de Quilmes se suma a otras expresiones dentro del Episcopado argentino que en las últimas semanas advirtieron sobre el deterioro del diálogo democrático y el respeto a los derechos humanos.