Jueves 26 de Junio de 2025

Tensión en el peronismo bonaerense: sin reuniones ni definiciones, crece el riesgo de ruptura

Mientras se acumulan los reproches por la ausencia de una mesa política conjunta, lo único confirmado hasta ahora es una reunión formal este viernes a las 12 en la sede del PJ Nacional.

26 de Junio de 2025

 “Todo está raro. Hay un clima extraño y señales que no son muy positivas”. La frase, lanzada por un intendente cercano a Cristina Kirchner, resume el estado de ánimo que atraviesa a buena parte del peronismo bonaerense. A menos de dos semanas del cierre de alianzas, la falta de diálogo entre el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el cristinismo y el Frente Renovador alimenta la incertidumbre.

 

Mientras se acumulan los reproches por la ausencia de una mesa política conjunta, lo único confirmado hasta ahora es una reunión formal este viernes a las 12 en la sede del PJ Nacional. Participarán los presidentes y apoderados de los partidos que integran Unión por la Patria, en un encuentro convocado por el kirchnerismo bajo el paraguas de la campaña “Argentina con Cristina”.

 

Pero detrás del comunicado oficial, la tensión es palpable. “¿Con la gente sin poder llegar a fin de mes, el eje de campaña va a ser ‘Cristina libre’? Es insólito”, se quejó un funcionario del MDF, que siente que el centro del debate debería estar puesto en la crisis social y no en reivindicaciones simbólicas.

 

Por ahora, Axel Kicillof intenta acelerar las definiciones. Aunque convocó a una reunión para este jueves con los intendentes que lo respaldan, hasta última hora del miércoles no había hora ni lugar confirmados. Los jefes comunales más cercanos le piden que tome la conducción real del espacio y defina una hoja de ruta.

 

El plazo para presentar alianzas vence el 9 de julio y, si no hay unidad, muchos en el MDF evalúan registrar un frente propio como forma de resguardo ante una posible ruptura antes del cierre de listas. Esa movida sería leída como una señal clara de fractura, algo que ni el kirchnerismo ni el kicillofismo parecen estar en condiciones de afrontar en distritos clave del conurbano.

 

A esto se suma la falta de confianza entre sectores, los cruces en off y las trabas para organizar una reunión operativa entre todos los espacios. Lo que en 2019 fue un proceso de unidad con un objetivo común —ganarle a Macri— hoy es un rompecabezas de intereses, sospechas y desgaste.

 

El reloj electoral corre, y en el peronismo todos lo saben. Lo que nadie puede asegurar todavía es si llegará el acuerdo o el estallido.

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